viernes, 14 de enero de 2011

Sesión 2: Fallcrest, la gema cambia de manos

Todos se quedaron callados unos segundos, ante las palabras de Erevan.

Korben- Ahora que dices eso... ¿Habéis visto a alguien hoy en la posada?, ni siquiera está la posadera, no es extraño?

Bastet- Bueno, hoy es día de mercado, es normal que no haya mucha gente por aquí

Tanar- Ni siquiera la posadera? No recuerdo que nos trajera la comida, tampoco.

El silencio se apodera de la estancia, mientras todos piensan en lo extraño de la situación

Korben- Alguno de vosotros recuerda como hemos llegado aquí?

Bastet- yo lo último que recuerdo es como Tanar cogió el Orbe y se desmayó

Korben- Bueno, es normal que tu memoria se viera afectada por coger el Orbe, tiene mucho poder.

Erevan- Sí, es cierto, pero... yo tampoco recuerdo como he llegado al salón, ni como me he despertado, ni siquiera si me he dado un baño

Korben- Eso sí que es raro, yo tampoco lo recuerdo... y... ¿que hicimos con los cadáveres? alguien lo recuerda?, porque estoy convencido de que no habríamos dormido con ellos, no creéis?

Bastet- Desde luego está pasando algo realmente extraño. Veamos qué es lo último que recordamos con claridad.

Korben- Nos atacaron en el cuarto y cuando nos salvaste te di el orbe y... ¡El Orbe!- Korben busca entre sus ropas y no lo encuentra- ¡El Orbe ha desaparecido!

Bastet- Tranquilo, igual se quedo en el cuarto cuando Tanar y yo lo utilizamos.

Korben- Eso es imposible! Nunca lo hubiera dejado tirado por ahí, como si no tuviera ningún valor! ¿Crees que sería así de descuidado? Me extraña, incluso, que te lo dejara a ti sola... ciertamente extraño, dice como para sí mismo mientras se sume momentáneamente en sus pensamientos

Bastet- Entonces... el último acontecimiento normal que ocurrió fue... ¡Y si seguimos en la habitación?, y si no os he salvado? y si

Korben- Entonces podrían coger el Orbe a sus anchas, hay que hacer algo, dice levantándose encolerizado

Bastet- Pero qué?

Korben- No sé, pero algo, y rápido.

Bastet piensa en que pasaría si salieran de la habitación, y se encamina hacia el agujero que quedó en la pared tras el ataque de los Goblins. Una vez atraviesa el agujero, desaparece, y todos los demás la siguen, viendo claro que es el camino a seguir.

Bastet abre los ojos, de repente se encuentra dentro de su cuerpo, analiza rápidamente la situación y se ve a sí misma en el aire, justo después de matar a los dos primeros encapuchados, cuando saltaba hacia el que estaba atacando a Tanar, el que mantenía a los tres hechizados había lanzado otro hechizo ayudado por su mano izquierda, que mantenía frente a Bastet, para retenerla a ella también. Bastet intenta moverse pero no puede, mientras ve al cuarto encapuchado, un asesino, rebuscando entre sus cosas, ya ha revuelto las de Tanar, quedan las de Erevan y las de Korben, y si llega a eso, todo se habrá acabado.

El brujo se da cuenta de que está consciente y fortalece el hechizo, pero se puede ver el miedo en su rostro al descubrirlo, cuando los otros tres abren los ojos, y empiezan a oponer resistencia, su miedo se acentúa, pero sigue intentando reforzar los hechizos. Tanar consigue liberarse, y se lanza directamente contra él, el brujo, muerto de miedo le frena, y acto seguido, con un movimiento de sus brazos, desaparece en humo, Tanar lanza un grito de furia y frustración y se da la vuelta para encarar al asesino, que ya rebuscaba entre las cosas de Erevan, y al oír el grito se vuelve hacia él. Todos quedan liberados, y mientras Bastet cae al suelo, puede percibir un emblema que se vislumbra ligeramente entre los pliegues de la túnica, es un asesino del gremio de los cuchillos de fuego, problemas.

El asesino saca un puñal con un brillo azulado y se dirige directamente a Korben, antes de que ninguno de los presentes pueda siquiera reaccionar, lanza el cuchillo, que se clava en el pecho de Korben, haciendo que este caiga al suelo, mal herido y con la sangre empapando su camisa. La rabia de Tanar va en aumento, se mueve para golpear al asesino, pero éste, con una agilidad sorprendente, salta y se cuela por el hueco, de menos de medio metro cuadrado que queda libre entre Tanar, y el marco superior de la ventana. Tanar golpea a la nada y junto con Bastet, se acerca a la ventana para ver al asesino. Está sobre el tejado, encarando la ventana con determinación y una daga en cada mano. Bastet lanza dos dagas, una a dar, y otra a las tejas bajo sus pies para desestabilizarle, pero la habilidad del asesino es impresionante, ni se inmuta cuando su pié empieza a deslizarse, simplemente lo levanta y cambia de posición, mientras utiliza una daga para desviar la de Bastet. Entonces suena un gallo. El día despunta, y se puede apreciar como el movimiento y la vida empiezan a asomar en la ciudad. Es día de mercado, y mucha gente sale de sus casas para encaminarse hacia la plaza del pueblo. El asesino duda, guarda las dagas y hace una especie de conjuro por el cual se desdobla, uno salta a la calle y echa a correr y el otro empieza a saltar por los tejados, Tanar y Bastet se miran, miran a Korben, y a Erevan, y tras tomar todos la decisión en silencio, salen por la ventana mientras Erevan les dice que él se encarga de Korben, que atrapemos al asesino.

Bastet persigue al que va por los tejados, corriendo y saltando como si la vida le fuera en ello, es bueno, piensa, pero no se escapará. Saltando de tejado en tejado, ayudándose de las chimeneas, los recovecos y hasta de los mástiles de las banderas, tiene lugar una reñida persecución y el asesino se da cuenta de que su rival es mucho mejor de lo que esperaba. Llegado un punto en el que ambos corren paralelamente a ambos lados de una calle, Bastet se da cuenta de que su objetivo final es la cascada que hay en mitad del pueblo, si llega hasta ese punto, no será capaz de seguirlo. Por suerte, para llegar hasta allí, debe pasar por delante de ella, acortando la distancia que los separa. El asesino intenta por todos los medios ganarle espacio a Bastet, al ver que no va a poder librarse de ella saca un silbato de un bolsillo y lo sopla con fuerza, aunque éste no emite ningún sonido, tras guardarlo gira y realiza un fascinante salto acrobático que lo deposita a tan solo unos metros de distancia de nuestra heroína, que dobla sus esfuerzos para alcanzarle; y casi puede agarrar su capa antes de que el asesino de un portentoso salto se sitúe en la azotea de un edificio a 8 metros de distancia, Bastet lo sigue, pero no logra un buen apoyo y cae sobre los adoquines de la calle. Cabreada, Bastet se levanta y salta sobre el tejado y ve a su objetivo saltando ya al siguiente edificio “no se escapará”, piensa y sigue corriendo, como alma que lleva el diablo, cuando, de repente, recibe un ataque; sorprendida, intenta centrar su atención en el asesino mientras evalúa la situación, más de media docena de enemigos buscan detenerla, pero ella sabe que si frena el paso perderá a su objetivo. Durante los siguientes 50 metros Bastet salta de los tejados a la calle y de la calle a los tejados mientras recibe golpes y se concentra plenamente en su carrera, le pasará factura, pero no piensa perder a ese cabrón. Una vez dejados atrás los enemigos Bastet ve que unos metros más adelante se acaban los tejados dando paso a un gran espacio vacío, saca fuerzas de flaqueza para dar alcance al asesino y cuando está tan sólo a unos metro de él, ve como desaparece por el borde del tejado, se acerca corriendo y frena en seco, poniendo todos sus sentidos en la plaza atestada de gente que tiene delante, observa, observa y ¡te tengo!, piensa al ver al otro lado de la plaza una alcantarilla medio abierta que se va cerrando lentamente.

Por su lado, Tanar encaraba una situación frustrante y complicada, perseguía al asesino por las calles atestadas de gente, mientras veía como éste le ganaba terreno paso a paso, evadiendo ágilmente a toda la gente, y no sólo eso, se había dado cuenta de que el aspecto del asesino cambiaba constantemente, si le perdía de vista aunque fuera un momento, ni siquiera podría reconocerlo. Según se acercaban al centro del pueblo y la cantidad de gente era cada vez mayor, dejó a un lado los miramientos y se empezó a quitar de encima a los aldeanos con rápidos movimientos de sus manos, estaba seguro de que alguno acabaría con una contusión, pero su objetivo era más importante que ninguno de esos molestos personajes. Mientras se abría paso por las calles su cólera aumentaba por momentos, cuando le pusiera las manos encima se iba a enterar ese. Llegaron a una calle en cuesta, había demasiada gente y el asesino estaba demasiado cerca de salir de su campo de visión, echó mano de toda su ira, agarró el hacha con la mano derecha, mostrándola amenazadoramente y lanzó lo que sólo puede describirse como un alarido. Todo el que pudo oírlo sintió como se le helaba la sangre y empezó a correr en masa intentando escapar del monstruo que corría enajenado sin motivo aparente. Esto le dio a Tanar espacio para correr sin problemas, e incluso frenó al asesino, incapaz de evitar que la avalancha le hiciera tropezar. Corriendo entre la multitud, Tanar notó un pinchazo en el costado, alguien debía haberle clavado un puñal o algo, borró el pensamiento de la mente y siguió enfocado en su objetivo, al menos recibió media docena de ataques, pero no debía detenerse, no podía hacerlo, lo único realmente importante estaba delante de él. Con la vista clavada en el asesino y todo su ser enfocado en correr, llegó a una plaza, había unos puestos del mercado atravesándola de lado a lado, y allí fue donde vio como el asesino desaparecía. Tanar, depositando toda su fe en poder encontrarlo, se puso de pié sobre uno de los puestos y observó atento la plaza, sabía que no podría reconocerlo, pero tal vez algo pudiera delatar su paradero. Al otro lado de la plaza, en la esquina izquierda parecía haber una porción de espacio desocupado, y toda la gente alrededor, miraba con desconcierto hacia el suelo. Tanar esbozó una sonrisa, y se lanzo a través de la plaza. Cuando llegó a la esquina vio una tapa de alcantarilla, la levantó con una mano, y bajó a la oscuridad. Una vez allí, vio una figura agazapada y sin dudarlo lanzó su hacha, que una vez más, golpeó el aire, a punto estuvo de gritar de pura rabia, pero una voz conocida le dijo al oído, ¿quieres matarme, o qué?, y cuando sus ojos se hubieron acostumbrado a la oscuridad vio a Bastet, que con gestos le indicaba un corredor y le decía que no hiciera ruido. Parecía estar teniendo lugar una conversación más adelante.

Mientras Bastet y Tanar corrían por la ciudad, Erevan se enfrentaba a una situación arduo complicada, les había dicho a sus compañeros que se ocuparía de Korben, pero sabía bien que iba a ser difícil. Había reconocido al asesino como perteneciente a los cuchillos de fuego, y sin duda la daga estaba envenenada, no sólo eso, los cuchillos de fuego eran famosos por usar dagas con hechizos mágicos específicos para cada víctima, y sería un hechizo de un nivel muy superior al suyo. Mientras trataba de pensar en cómo solucionar la situación, le sacó a Korben la daga del pecho, cuanto más tiempo la tuviera clavada, mayor sería el daño producido por el hechizo. Hizo presión sobre la herida intentando evitar que se desangrara, pero por la cantidad de sangre que veía no iba a durar mucho si no hacía algo rápido. A sabiendas de que no había nada que él pudiera hacer, intentaba buscar una forma de curar a su compañero, entonces vio, por el rabillo del ojo, un brillo procedente de la mochila de Korben, era el orbe, que parecía llamarle fervientemente.

Lo cogió con la mano libre, e instantáneamente supo que encontraría la solución. De repente, una imagen vino a su mente. Elminster, portando el orbe en su mano, se encontraba erguido a orillas del mar Astral, había unas figuras dibujadas en el aire, pero no se distinguían claramente, y pudo darse cuenta de que se trataban de los dioses de Faerum. Elminster les contaba sus sospechas de que Tharizdun no estaba muerto, y que la muerte de Shothragot sólo indicaba que había dejado de serle útil, y que muy posiblemente Tharizdun tuviera un nuevo avatar con el que llevar a cabo su plan, aprovechándose de que todos habían bajado la guardia. Del mismo modo, instaba a los Dioses a hacer algo para truncar los planes de Tharizdun antes de que fuera demasiado tarde. Pero a pesar de sus esfuerzos, sólo cuatro de los dioses de Faerum creyeron sus palabras, y le dijeron, que al día siguiente nacerían cuatro bebés. Éstos poseerían las aptitudes necesarias para enfrentarse a lo que estuviera por venir.

Erevan se encontró de nuevo en la habitación y sintió un leve mareo, volvió a enfocarse en lo que estaba haciendo, intentando descubrir que podía hacer para salvar a su compañero, entonces se dio cuenta de que si el orbe estaba formado por luz primordial esto debería permitirle restablecer el cuerpo de Korben a su estado original, lo cual, evidentemente, lo sanaría. Puso el Orbe delante de él, y pudo observar que a través de él podía ver las cosas de manera diferente, no lo que había, sino también percepciones de vida. Colocó el Orbe sobre la herida, y concentró todos sus pensamientos y emociones en el concepto de reparación. El orbe brillo con una intensidad cegadora y cuando la luz se fue apagando supo, incluso antes de verlo con sus propios ojos, que lo había conseguido. Se relajó con una mezcla de paz y felicidad envolviéndole y percibió, procedente de la gema, un ligero sentimiento de aprobación.

Con el trabajo hecho y un objeto de semejante poder en sus manos, se levantó intentando explorar las posibilidades del orbe. Observó las cosas a través de él, se dirigió a la ventana y se dio cuenta que al ver a una persona a través del orbe podía ver sus pensamientos más íntimos, también sus miedos e inquietudes, si así lo deseaba. La sensación de poder le hizo desear más, que más podría hacer aquel objeto? Puso el Orbe delante suyo apuntando a la ciudad y pensó en Tanar y en Bastet, y en un instante dos llamas de luz azul que se desplazaban a gran velocidad aparecieron ante sus ojos, una saltaba por los tejados, la otra corría por las calles. Una sonrisa se dibujó en su cara. Ahora, a ver si...? De repente, notó una presencia, arriba a la izquierda, se giró y miró a través del orbe, y se apoderó de él una especie de pánico, algo intentaba arrastrarle, algo muy poderoso intentaba meterse en su mente. Intentó soltar el orbe, hizo uso de toda su voluntad, pero no fue suficiente, supo en ese instante que Korben habría podido soltarlo, y por un momento casi se deja vencer por el miedo. Entonces se dio cuenta de que si no podía hacer nada para evitarlo, lo mejor sería dejarse llevar, y pensó en qué era lo que hacía él cuando se sentía estresado. Se relajó, y pensó en una mañana de primavera, en el campo, comiéndose una manzana un poco ácida recién cogida de un árbol. Pudo notar como si una corriente lo atravesara y después la presión cedió. Respiró hondo y miró al orbe con respeto, mientras ésta le decía, “no está mal, puede que seas un buen portador”. Pensó en Korben, y supo que todo lo que usaría él sería su voluntad, y que eso no sería suficiente contra ese extraordinario poder. Esto suponía un verdadero peligro para todos, pero como podría decirle tal cosa a Korben? No es que fuera muy dado a escuchar explicaciones a este respecto.

Tus amigos te necesitan, dijo la gema en su mente. Erevan salió de sus pensamientos desconcertado. Qué?, preguntó. Tus amigos te necesitan, repitió. En unos minutos estarán en grave peligro, y están al otro lado de la ciudad.

Erevan se gira dispuesto a salir corriendo, en ese momento ve a Korben que se acaba de despertar, su rostro pasa del desconcierto a la rabia en un instante, ha visto que Erevan tiene el orbe en la mano y lleno de ira irracional le grita que se la devuelva. Erevan no tiene tiempo para explicarle las cosas, le dice que tiene que irse, que tiene prisa, que no debe devolverle el orbe y que volverá en cuanto haya acabado su tarea, mientras, le esquiva grácilmente y sale por la puerta. Korben le persigue por el pasillo y las escaleras de la posada, llamándole ladrón, e incapaz de pensar en otra cosa que no sea que el orbe no está en su posesión, agarra el martillo e intenta golpear a Erevan, quien le lanza un hechizo para inmovilizarle. Korben, incapaz de moverse, sigue gritando improperios hacia Erevan mientras este sale de la posada intentando, en vano, decir algo que hiciera entender a Korben su urgencia.

Una vez fuera de la posada, empieza a correr hacia lo que le parece el objetivo común de las dos llamas azules que se desplazan en la lejanía. Para evitar las mayores concentraciones de gente, se desplaza al Feywild y avanza, siempre que puede, unos cuantos metros sin obstáculos, necesita avanzar lo más rápido posible, no queda mucho tiempo, y parece que sus compañeros están llegando a su destino. Casi sin aire, llega a la alcantarilla, sorprendiendo a Bastet y Tanar que le miran con extrañeza, con susurros casi inaudibles y gestos, les hace entender que Korben está bien y que había ido hasta allí para ayudarles. Entonces Bastet decide adentrarse por los túneles para poder escuchar la conversación que está teniendo lugar, es prioritario saber cómo y porqué han ido a por ellos.

- Me estás diciendo que no has conseguido traer el objeto?

- Eran más fuertes de lo que supusimos en un principio, pero el enano debe estar muerto

- Debe? Debe?, ni siquiera sabes eso?

- Es imposible que sobreviva a esa puñalada, pero no le vi morir.

- Esto es un desastre, quieres acabar con nuestra reputación para siempre? Que quieres, otro suceso como el de Azoun IV?

- No, claro que no, pero no teníamos información sobre sus compañeros

- Me estás diciendo que 4 personajes salidos de la nada son un problema para los cuchillos de fuego?

- No, no, pero pudieron con el hechizo de Kalarel en tan sólo un par de minutos. Y había una jodida acróbata, y un puto Uthgardt, Como iba yo a prever eso?

- Una acróbata? Un Uthgardt?, parece que realmente nuestra información era incompleta, pero bueno, ahora ya sabes lo que hay, y lo que hay que hacer.

- Sí, volveré esta noche, y conseguiré mi objetivo como sea.

Bastet nota que uno de ellos se dirige hacia ella, e intenta retroceder y esconderse para no ser vista, pero cuando el asesino da la vuelta a la esquina, apenas tarda un par de segundos en detectarla. Al verla, da la vuelta y echa a correr, perdiéndose nuevamente tras la esquina.

Bastet grita al grupo que es momento de atacar mientras echa a correr tras el asesino, Tanar la sigue, y Erevan, quejándose por el olor y la suciedad, toma un pasillo paralelo. Al dar la vuelta a la esquina Bastet se encuentra con el jefe y dos esbirros, que aún están intentando entender que está pasando, mientras ve como el asesino se aleja corriendo. Con ayuda de Tanar, vencen a los tres en tan solo unos minutos, y amenazan al jefe para que les cuente lo que sabe. El jefe se ríe, diciendo que será una bendición morir a sus manos, en comparación con lo que le harían los del gremio. A lo que Tanar contesta, con un tono áspero y una voz pausada, que una muerte rápida será lo que consiga si habla, si no, lo dejarán en libertad asegurándose de que todo el mundo piense que ha hablado. Por primera vez el rostro del jefe muestra duda y miedo, y Tanar no deja escapar el momento de debilidad instándole a que hable. Buscaban a Korben, pero no sabía a ciencia cierta quién les había contratado, eso sí, el Orbe era tan prioritario como su muerte, y alguna relación tenía con Netheril, pues desde allí les informaban del paradero de Korben. Cuando estuvieron convencidos de que no tenía más información, Tanar apretó su garganta con la mano. Antes de morir, dijo con desprecio “vuestra muerta será mucho más cruenta que la mía”.

Una vez acabaron, siguieron el camino que había seguido el asesino, se lo encontraron en el suelo llorando y diciendo incoherencias, tal como si tuviera 8 años y un miedo atroz a que le pegaran. Observándole divertido estaba Erevan, que lo había esperado en una esquina y le había lanzado de improviso un hechizo de “pájaros en la cabeza”.

Sollozando desesperado alzó la vista y su expresión cambió de repente.

- Bastet? Bastet, por favor, no dejes que me peguen más, por favor

- Sulan? Eres tú?

- Por favor, Bastet

Bastet se da cuenta de que, en su cabeza, Sulan cree estar en Westgate, a los 8 años de edad, cuando ellos estudiaban juntos. Había pasado mucho tiempo desde entonces, los compañeros siempre se metían con él, y le pegaban, y ella siempre le había protegido, de algún modo, era lo más parecido a un hermano que había tenido. Luego, él siempre la había seguido, la siguió cuando se metió en los cuchillos de fuego, y durante su entrenamiento, cada una de las elecciones que ella había tomado, él las había tomado detrás. Hasta aquel día, en que ella decidió dejarlo todo atrás y seguir su propio camino.

- Tranquilo, Sulan, no permitiré que te pase nada malo.

- Bastet, Bastet, no me dejes

- Tranquilo, Sulan, pero tienes que decirme que hacías aquí, por qué debías matar al Enano

- Enano?, ah!, era un encargo del gremio, ha cambiado mucho desde que te fuiste y... Porque te fuiste, Bastet? Por qué me dejaste solo?- dice sollozando de nuevo

- Tuve que hacerlo, Sulan, pero dime, porque dices que el gremio ha cambiado?

- Ya no hay igualdad en las ofertas que se aceptan, se rechazan trabajos perfectamente válidos y se aceptan demasiados demasiados trabajos de… si hubieras estado tú, entonces tal vez podrías haber hecho algo, oh, como te he echado de menos, Bastet. Por qué tuviste que irte?

- Es una larga historia, Sulan, pero tal vez ha ido a peor…, y dime, de quién se aceptan demasiados trabajos?

- De Netheril, y sobre todo contra Cormir, algo está podrido en el gremio, Bastet, algo muy malo está pasando, tienes que ayudarme. Tienes que venir a Westgate y ayudarme a arreglar esto.

- Te prometo que haré lo que pueda por ayudarte, Sulan, sabes que puedes confiar en mí.

- Oh, Bastet, no sabes lo contento que estoy de verte, si tu vienes todo se arreglará, seguro.

- Pero ahora tenemos que arreglar este asunto, Sulan, qué puedes contarme sobre este encargo?

- Debéis iros de aquí cuanto antes, ya sabes las normas del gremio, no pararán hasta conseguir su objetivo.

- Lo sé, nos iremos de la posada cuanto antes. Sabes algo que nos pueda ser de utilidad?

- No sé nada, sólo me dijeron donde estaría el enano y que debía coger la gema y entregársela a Kalarel. En principio sólo iba acompañado de un mago. A última hora nos informaron de que tenía otros dos acompañantes, pero sin datos concretos.

- Y de donde sacabais esa información?

- Alguien desde Netheril nos informaba.

- Está bien, ahora debemos irnos, tú debes montar una ofensiva y yo tengo que resolver ciertos asuntos, nos veremos en Westgate. Suerte Sulan.

- Nos vemos, Bastet.

Una vez dicho esto, Sulan recorrió 5 pasos, los que le separaban de la salida a la cascada, y desapareció por ella.

Lo dicho por Sulan confirmaba las sospechas de Erevan, habían estado sacando información de Korben a través del orbe, y si éste seguía en su poder, no haría más que ponerlos a todos en peligro. Erevan comentó sus inquietudes con Bastet y Tanar, y decidieron que debían ir a la posada a recoger sus cosas y hablar con Korben. Al llegar allí, no había ni rastro de Korben, así que, tras recoger, van en su busca. Como no saben muy bien donde buscar van al único sitio que les parece ligado a él. El templo de Amaunator. Al llegar preguntaron si había llegado un enano clérigo de Amaunator, la nerviosa respuesta del interlocutor dejó claro a nuestros héroes que Korben debía estar más que nervioso, se encontraba con el Prior en los sótanos, y allí se dirigieron.

Nada más abrir la puerta, Korben, al que parecía bullirle la sangre, se puso en tensión, y en cuando Erevan cruzó el umbral se lanzó violentamente contra él al grito de ladrón. Tanar con un rápido movimiento agarró a Korben por la parte posterior de la armadura y lo izó, dejando que luchara contra el aire mientras Erevan trataba de explicarle como había sucedido todo realmente y porqué tenía el orbe en su poder. Al principio Korben no atendía a razones, pero cuando se dio cuenta de que realmente les habían localizado a través de él, empezó a escuchar con más atención y pensar en el verdadero sentido de las palabras de Erevan. Cuando las explicaciones acabaron Korben se sentía totalmente avergonzado, siempre había pensado que proteger el orbe era su deber, que él era ante todo el portador del orbe, y que nadie podía protegerlo mejor que él… Cuan equivocado estaba! Erevan le animó diciendo que él había sido el único capaz de mantenerlo a salvo durante todos estos años, y no sólo eso, también había conseguido reunirlos a los cuatro, que era la base para poder luchar contra los planes de Tharizdun.

Cuando salen del templo deciden quedarse una noche más en la ciudad, antes de partir hay mucho que hablar y mucho que decidir. Se dirigen hacia la zona este de la ciudad en busca de una nueva posada cuando Bastet capta algo por el rabillo del ojo y al girarse ve a Sulan dirigiéndose a un callejón, les dice a sus compañeros que vuelve en seguida, y desaparece de un salto.

En el callejón Sulan la informó de que Kalarel había partido hacia Winterheaven con la intención de abrir un portal a Netheril e informar sobre ellos. También le recuerda que no deben volver a la posada esa noche, pues el plan de ataque ya está hecho. Bastet le dice que no se preocupe y que le verá en Westgate en cuanta pueda. Dicho esto, los dos desaparecen del callejón.

Una vez alquiladas sus habitaciones en la nueva posada el grupo se reúne para discutir la línea de acción a tomar, así como sacar conclusiones de toda la información que ha ido cayendo en sus manos.

Lo primero que comentan es sobre las gemas de Tharizdun, sabían que eran un total de 333, y según las visiones que habían tenido Cogul Miles poseía 325, así pues le faltaban 7 por encontrar además de la que ellos poseían. Pero también sabían, que hace 24 años, Cogul Miles había aparecido en Hománida sobre un dragón azul anciano y afirmó poseer todas las gemas excepto una. La cosa era extraña y tardaron tiempo en pensar que ese Cogul Miles con una herida de hacha debía proceder del futuro. Si eso era así, y como tras 24 años ellos aún tenían la gema en su poder, ese Cogul Miles debía haber muerto allí, en Hománida, a manos de sus perseguidores, después de que ellos desaparecieran. Pero Pensándolo bien, sus perseguidores debían ser ellos mismos que perseguían a Cogul Miles desde el futuro, pues quien más había que supiera siquiera de este problema, o que tuviese alguna intención de truncar los planes de Tharizdun. Para confirmar esta teoría, debían ir a Mithranor, a buscar el cadáver de Cogul Miles, que sin duda debía hallarse en Hománida.

Por otro lado, no debían permitir que Kalarel abriera un portal a Netheril dentro de las fronteras de Cormir, eso sin duda supondría una posibilidad de ataque sobre el reino que no debería existir. Además, no les interesaba que en Netheril tuvieran más información sobre el grupo, sobre todo teniendo en cuenta la relación que parecía existir entre Netheril y Cogul Miles. Así que sin duda había que ir a Winterheaven y parar a Kalarel. Pero también parecía haber una relación entre Netheril y Westgate, además del hecho de que Bastet había prometido su ayuda a Sulan.

Tres eran los destinos y todos necesarios, pero uno urgía más que el resto, pues si no partían de inmediato tras Kalarel, este podría lograr su objetivo antes de que ellos pudieran hacer nada. Así pues se tomó la decisión de partir a primera hora de la mañana hacia Winterheaven.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Objetos Mágicos

En esta entrada se detallan los escasos objetos mágicos que los personajes vayan encontrando durante la saga.


Última Gema de Tharizdun

Todos los Niveles

La Última Gema de Tharizdun es apropiada para personajes de cualquier fase de juego, Heroica, Paragón y Épica. La Gema adapta su poder al nivel del personaje y oculta sus otras propiedades hasta que el personaje demuestre estar preparado.
Las siguientes características son las de la Gema en poder de un personaje de Nivel 1-5.

Implemento (Orbe): +1.

Mejora: tiradas de ataque y daño.

Propiedad: La Gema proporciona un bonificador de +1 a las tiradas de Insight.

Propiedad: La Gema proporciona un bonificador de +1 a las tiradas de salvación que intentan engañar o confundir la mente (poderes con la palabra clave Charm).

Poder (Diario * Curación): Acción Estándar. Alcance Toque. La Gema cura a un personaje con el que esté en contacto físico como si el personaje hubiera utilizado un esfuerzo curativo.

Poder (Encuentro * Percepción): Acción Estándar. Alcance 1500 metros (100 casillas). La Gema permite localizar la posición de todos los aliados dentro del alcance a través de cualquier obstáculo físico. Los aliados aparecen como si fueran chispas de luz dentro de la Gema cuando se mira a través de ella y se la orienta en la dirección que se encuentra el objetivo deseado.

Poder (Encuentro * Percepción): Acción Estándar. Alcance 15 metros (10 casillas). La Gema permite ver las emociones y pensamientos actuales de un objetivo dentro del alcance, que aparecen dentro de la Gema en forma de imágenes físicas cuando la Gema se coloca frente a la cabeza del objetivo. Este Poder sólo puede ser evitado con un ritual de Forbiddance de Nivel superior al Nivel del personaje.

Objetivos de la Última Gema de Tharizdun:
· Evitar ser encontrada por los agentes de Tharizdun.
· Eliminar la influencia de Tharizdun en el cosmos.
· Encontrar a un portador digno de llevarla.

Roleando a la Última Gema de Tharizdun:
La Última Gema es la más poderosa de las 333 Gemas construidas personalmente por Amaunator. Está formada de la luz primordial que iluminó el Caos y dio lugar al cosmos. Gracias a ella, Tharizdun quedó cegado completamente y cayó dormido dentro del semiplano prisión. La Última Gema desea reducir en la medida de lo posible la influencia de Tharizdun en el mundo y arruinar sus planes para liberarse. Su principal objetivo es evitar ser encontrada por los agentes de Tharizdun. Si este riesgo fuera inminente, la Gema desataría todo su poder.

Concordancia

Puntuación Inicial
5
Portador gana un Nivel
+1
Portador mata a una criatura aberrante
+1
Portador mata a un cultista de Tharizdun
+1
Portador desea la destrucción de Tharizdun
+2
Portador es seguidor de Amaunator
+1
Portador ayuda a otros desinteresadamente
+1
Portador es Maligno
-5
Portador mata sin piedad o justificación
-2

Cuando una criatura toca la Gema por primera vez, ésta sondeará su mente durante varios minutos, rastreando sus recuerdos, emociones y objetivos vitales. Si el objetivo es Maligno, la Gema lo detectará inmediatamente y descargará uno de sus poderes ocultos para escapar. Si el objetivo es No Alineado, la Gema no intentará escapar inmediatamente, pero someterá al sujeto a un escrutinio más profundo. Si el objetivo tiene una mente equilibrada y sana, la Gema permitirá ser llevada hasta que encuentre a un huésped más adecuado. Si el objetivo conoce la existencia de Tharizdun y desea que sea destruido, la Gema le permitirá utilizar sus poderes más básicos, descritos arriba. Si los usa para el bien, la Gema se comunicará telepáticamente con el sujeto, transmitiéndole su misión y preguntando si el sujeto se compromete con él. Si la respuesta es afirmativa, la Gema permanecerá a su lado, proporcionándole más poder paulatinamente, hasta que la gema encuentre a un portador mejor. Si el sujeto demuestra ser el mejor portador posible, la gema fusionará todos sus recuerdos con él.

Satisfecha (30+)
“La Gema me ha elegido como su digno Portador”
La Gema y su portador se convierten en uno. Sus mentes se fusionan y comparten recuerdos y emociones.

Agradada (16-30)
“La Gema comienza a confiar en mí”
La Gema se plantea si el portador es el elegido para poseerla y desbloquea su principal Poder (desconocido).

Normal (5-15)
“Ahora comprendo el objetivo de la Gema.”
La Gema se comunica telepáticamente con el portador para ofrecerle guía y consejo.

Insatisfecha (1-4)
“Tocar este orbe me pone nervioso, como si entrase en mi mente y me hiciera sentir culpable por hacerlo.”
La Gema no habla con el portador y comienza a influir en su mente para convencerle de que la abandone.

Enfadada (0 ó menos)
“¡Me quema!”
La Gema decide que debe abandonar al portador inmediatamente y utiliza por sí misma sus vastos poderes para librarse de él.


martes, 24 de agosto de 2010

Misiones

En esta entrada se detallan las Misiones que los propios jugadores se asignan a sí mismos. Los jugadores pueden elegir libremente su Dificultad, lo cual determina los Puntos de Experiencia que obtienen durante la Misión, incluyendo la recompensa de Misión si la completan con éxito.

Éstos son los 3 Modos de Dificultad:

Modo de Dificultad

Enemigos

Skill Challenges

XP

Ataque

Defensas

DC

Fácil

+0

-2

-2

50%

Normal

+0

+0

+0

100%

Difícil

+2

+0

+2

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Los jugadores pueden cambiar el Modo de Dificultad del juego al principio del turno de cualquier jugador, pero si completan la Misión, obtendrán la recompensa de experiencia que corresponda con la Dificultad menor seleccionada durante la misma.

Misiones Actuales

Los jugadores pueden comentar en esta entrada la dificultad que les gustaría asignar a cada Misión.
  • Castillo sobre el Shadowfell: impedir que Kalarel contacte con Netheril a través del Portal del Shadowfell (Dificultad Sin Determinar: 2000 PX en Normal).
  • Teoría del Viaje al Pasado: encontrar el cadáver de Cogul Miles en Hománida, Myth Drannor (Dificultad Sin Determinar: 2000 PX en Normal).
  • Mercenarios con un Solo Patrón: investigar ayuda de los Cuchillos de Fuego a Netheril, en Westgate (Dificultad Sin Determinar: 2000 PX en Normal).

Misiones Completadas

  • La Gema Cambia de Manos: identificar la Última Gema de Tharizdun y ganarse su confianza (Dificultad Normal: 600 PX).